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1,71 €En el momento actual, son dos los campos en los que es urgente la fidelidad al EspÃritu para mantener la libertad: frente al miedo a lo nuevo y frente a la cobardÃa para asumir los conflictos verdaderos. En la Iglesia, como en la historia humana, hemos de contar siempre con una determinada conflictividad que debe ser aceptada por todos como algo perteneciente al mismo ser del hombre.
La conflictividad en el seno de la Iglesia es muy variada y tiene su origen en muy diferentes raÃces. Hay conflictos que no hacen sino reflejar e introducir en la comunidad eclesial los existentes en la sociedad. Hay tensiones que nacen del mismo ser de la Iglesia, pueblo de Dios y "sacramento de unidad", institución jerarquÃa y laicado... Se producen también conflictos, persecuciones y cruz por fidelidad a la misión evangelizadora en medio de un mundo donde reina el pecado. Y hay, finalmente, conflictos y enfrentamietnos provocados por nuestro pecado y resistencia al EspÃritu.
Probablemente, el mayor pecado que podemos cometer en esta situación es ignorar la ación del EspÃritu en la Iglesia y en todos cuantos vivimos generando y padeciendo estos conflictos. "La Iglesia -decÃa Karl Rahner- ha de ser una Iglesia "espiritual" si quiere prmanecer fiel a su propia esencia".